Cuando eres niño, puede que en el cole tengas la debilidad de que los demás te influyan a la hora de hacer determinadas cosas, jugar, hacer caso o no a los profes, incluso el vestir de una manera u otra.
En el instituto esto se acrecenta, si no has tenido una base desde el principio o no has sabido reaccionar a tiempo, estas influencias, serán cada vez más duras.
Ya de mayor, ni os cuento… La de borregos que hay debido a esto, convencidos de que tiene que ser así las cosas por que si, porque a ellos se lo impusieron así, porque como son débiles, indecisos y/o no tienen mucha autoestima, se guian por los demás y les dan la razón solamente porque es lo que hace la mayoría y tienen miedo a cagarla y quedar mal ante la sociedad.
Afortunadamente a mi me ha dado todo esto igual desde que era pequeño, vestia como me daba la gana, escuchaba la música que yo quería, hacía lo que yo consideraba… y si se apuntaba alguien a mi plan, perfecto y si no lo hacía yo solo. También al revés claro, si veía algún plan que me gustaba me unía a el.
Pero el caso es que no me dejé influenciar por nadie ni nada, mis peleas, burlas, miradas y comentarios me ha costado, pero… me resbalaba, y actualmente, igual, me resbala todo. Por que tengo seguridad en mi mismo. Se que el camino que he construido y aún queda por construir (nunca se termina en esta vida) no es el correcto, ni el infalible, ni el perfecto, ni el que hay que seguir, pero, es mi camino y soy feliz haciéndolo. Tengo la fortuna de que en mi rumbo me acompaña mi mujer e hija, (porque este camino lo hemos hecho juntos, claro), y estoy muy orgulloso de que mi hija siga estos pasos y si alguien tiene que marcar una tendencia en cualquier ámbito, sea ella y no baile el agua a nadie.
No seas marioneta de nadie, mueve tus propios hilos. Serás más feliz o al menos, seras tú…
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