Vaya lo que nos toca vivir.
A mis 41 años, puedo ‘presumir’ de haber conseguido todo lo que me he propuesto en mi vida, unas cosas no han sido nada fáciles, otras las he superado con ayuda de familiares y amigos, otras han sido fáciles, pero la mayoría, han sido retos que orgullosamente he podido alcanzar por la lucha e ilusión que siempre he tenido.
Atravieso una época en la que creo haber conseguido todos mis sueños, cosa que suelo ver a personas ya mayores, jubiladas y que quizás, por achaques de la edad, cuando empiezan a vivir de esas cosas, se ven más limitados.
Yo, hoy en día, puedo disfrutar de lo conseguido, si, con trabajo y demás responsabilidades, pero es lo que tiene ver las cosas de manera positiva y rodearte de buena gente en todos los ámbitos tanto laborales como personales. Me siento muy orgulloso, me levanto todos los días y vivo la vida, con lo que tengo, cosas materiales y sobre todo sentimentales, no necesito nada más que lo que he logrado, ahora toca vivirlo (bueno, de esto ya llevo unos años haciéndolo).
Quizás algunos piensen que me he acomodado, o como me decía un viejo amigo una vez, que sea un conformista. Pero ahora mismo, lo veo así, no necesito superar nada de lo que tengo, o mejor dicho, nada de lo que soy. No aspiro a tener un mejor X (donde x pueda ser cualquier cosa material), tampoco aspiro a tener una mejor vida, ya la tengo. Y si, quizás lo mire así porque pueda estar ‘ahorrando fuerzas’ por si las cosas se ponen de nuevo difíciles (tengo una hija que le falta atravesar por los años de la adolescencia…) y haya que ponerse de nuevo la armadura y luchar con la piedra que se ponga delante.
Pero ahora mismo, solo veo felicidad, y creo que mientras se pueda, hay que aprovechar estos momentos, disfrutarlos intensamente, que puede que un día venga un ‘hijo de putin’ y tengamos que volver a la carga…