Parece mentira que entre padres, hijos, hermanos, cuñados… haya mas problemas que entre compañeros de trabajo, o amigos. No, no me refiero a roces o caracteres distintos que puedan tener las personas, tampoco a las tipicas tensiones ocasionadas por el extrés del día a día. Me refiero a verdaderos problemas, ocasionados por envidias, dejadez o egoismo que tristemente se ven a menudo en las familias.
La gente se reune normalmente en el hogar de los padres sobre todo en estas fechas tan señaladas intentando que sea todo bonito y lleno de amor… cuando ni si quiera saben entablar un dialogo con el hermano o padre y se limitan a hablar de politica, futbol o el tiempo. Y el padre escucha mientras por dentro se acuerda de las pocas llamadas que le hace su hijo a lo largo del año, del poco cariño que le ha dado, de que a pesar de que por estas fechas esta aquí, hablando de cosas insignificantes, tan si quiera ha tenido el detalle de sacarles a dar un paseo e invitarles a un chocolate. Pero eso si, la madre ha estado todo el dia cocinando y limpiando para ellos, sus queridos hijos…
A menudo veo casa habandonadas por los pueblos a los que solemos ir de excursion. No son pueblos muy habandonados o con pocos habitantes y sorprende que una casa inmensa, casi un palacio, se este callendo a pedazos. Pero luego pienso, y me digo a mi mismo, que seguro que es por culpa de este tipo de familias. Familias que nunca han tenido comunicación entre ellos que solo se han limitado a tener un trato formal y que con tal de no discutir prefieren callarse todo lo que tenian pensado decir.
Y una casa derruida, al fin y al cabo es solo eso, pasan los años y por no hablar nadie hace nada, al fin y al cabo la casa no sufre, pero… ¿y las personas implicadas en esa familia? Personas que aun siendo ajenas, han hecho mucho más en pocos años que ellos toda su vida, demostrando todo su apoyo y cariño.